¿Va a salir en ganchos? ¡Hoy es fin de año!
“Ganchos”: término de la costa utilizado para referirse a los prendedores con los que las mujeres nos agarramos el cabello. Se preguntará usted por qué inicio este escrito haciendo esa aclaración, pues queridos amigos, de ellos es de lo que quiero hablarles en esta oportunidad.
Diciembre es el mes perfecto, el 31 es el día perfecto y el súper mercado es el lugar perfecto en el que ustedes pueden entender lo que a continuación leerán.
Miren fijamente, cuenten minuciosamente y se espantarán rápidamente de ver la cantidad de mujeres que, estando de compras, lucen orgullosas y según ella, radiantes, los ganchos en la cabeza. Esas mismas mujeres que el resto del año difícilmente salen a la calle sin peinarse y firmemente afirman: “jamás iré a un súper mercado en rulos”.
Es que diciembre es el mes que todo lo perdona. Es un carnaval chiquito, con la diferencia de que este es familiar. Es el mes de los pretextos, de las excusas, de la “jodedera”. Todos (o al menos la mayoría) de vacaciones; todo es fiesta: velitas, navidad, fiesta de fin de año en la empresa, fiesta de los niños en la empresa, etcétera; en una sola palabra y muy costeña, por cierto, todo es “recocha”.
Por la razón que sea, se acaba el año y “¿qué carajos si me ven así hoy?, a fin de cuentas mañana otro año será”, dirán muchas de esas modelos que desfilan la pasarela del centro comercial, que entre otras cosas, está a reventar.
Aquí, en mi locura y mientras les escribo sobre mis amiguitos los ganchos, imagino qué diría el cabello si pudiera hablar: “¿Cuánto tiempo más me va a tener esta vieja con estas cosas enredándome y apretándome de esa manera? ¡Ay, qué vergüenza!” Jajajajajaa
Disculpen mi personificación escrita, pero era necesario tratar de entender lo que el cabello puede sentir cuando por lo menos a mí, en algunas ocasiones, me aprietan tanto esos aparatos que cuando ya me los voy a quitar para lucirlo con mi estreno, me queda esa placentera sensación de descanso.
Aclaro, jamás he salido con ganchos en la cabeza a un centro comercial o súper mercado ganchos en la cabeza, pero si usted lo hizo, déjeme decirle, amiga (o), no se preocupe, “es fin de año y en diciembre todo se vale, nada cuenta”.
Y si tú que estás leyendo esto los tienes puesto. ¡No te los quites! Síguelos luciendo con orgullo que nadie te está viendo.
¡Y pilas, a salir con los ganchos que se está acabando el año!
Por: Cindy Torregrosa C. / @Nana_Torregrosa